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Jamás vamos lo suficientemente preparadas para una “Cesárea”

¿Qué tal habéis pasado el súper puente? Yo en casita, un pelín aburrida, porque como muchas ya sabéis, hace poco más de dos semanas, me caí y me rompí el tobillo. No sabéis lo que fue para mí no ser capaz de ponerme de pie, ni de apoyarlo en el suelo del dolor que sentía, me ardía muchísimo.

Al estar mi marido trabajando, vino a recogerme mi padre y me llevó a urgencias porque me era imposible andar, fue ahí cuando tras una leve valoración, me comentaron que pensaban que sería un esguince de segundo grado, yo le insistí que sonó un crujido y que notaba como que algo estaba suelto por ahí, pero tal y como me dijo el traumatólogo, estando embarazada poco se podía hacer. Estuve una semana sin inmovilización, porque lo tenía demasiado hinchado y les daba miedo que, con mis problemas cardiovasculares, fuera a peor…

A la semana, al no disminuir el dolor, y por el contrario, aumentar el edema y los hematomas varios, mi madre me convenció para volver al hospital, esta vez a uno que está especializado en urgencias traumatológicas y ahí es donde, tras una exploración me dijeron que tenía pinta de fractura, y que, al estar tan avanzado mi embarazo y con el mandil de plomo, me aconsejaba hacerme unas placas porque era importante saber un diagnostico preciso para una buena recuperación, sobre todo de cara al postparto.

No sabéis lo mal que me sentí, porque he intentado tomarme lo menos posible durante todo el embarazo; con la hiperemesis gravídica me mandaron el ondasetrón, pues me lo he tomado en dos ocasiones contadas, con la de noches que me han acompañado los vómitos; con la rotura del tobillo, fue tan sólo la primera noche la que me tomé ibuprofeno para poder dormir algo y en ese momento… tenia que elegir el exponer a Lolita a unos rayos… Me sentí muy culpable, pero el médico me dijo que era necesario, y que al estar tan avanzada y protegida (me pusieron dos mandiles de plomo!!!)  no le llegaría apenas nada, que muchas mamás se pasan el día en la playa tomando el sol sin apenas protección y es igual o menos lo que le iba a llegar a Lola así que no tuve más remedio que decir q sí.

Ahí se confirmó claramente, lo que sospechaban, tenía una gran fractura, y con ello, me explicaron que debía estar 3 semanas escayolada y 6 semanas con Walker pero con éste último podría empezar a apoyar el pie siempre con la ayuda de las muletas.

embarazada poniéndose su dosis de heparina diaria

Me mandaron también ponerme heparina para evitar o prevenir el riesgo de trombo. Con todo esto, me planteé muchas cosas porque yo que tenía tantas ganas de vivir la experiencia del parto natural, poder sentir y escuchar mi cuerpo, poder moverme durante la fase de dilatación para ayudar a mi hija a atravesar el canal de parto y facilitarle el caminito… Se me vino todo abajo, aunque a día de hoy, sigo con las mismas ganas a pesar de que se me complique todo.

embarazada pensativa sobre la posibilidad de tener una cesárea

Pero me dio por pensar… “¿y si me lo inducen o programan por estar poniéndome la heparina o porque por el reposo Lola está tan a gusto que no se desencadena el parto?”, “y ¿si me pongo de parto pero la niña se queda demasiado alta porque con la escayola no me pueda mover lo suficiente durante la dilatación?… tendría que acabar en parto instrumental o cesárea”.

Y ahí, me dije a mí misma, “hay que ver lo muchísimo que nos preparamos para el parto natural, y lo poco que lo hacemos para la cesárea”. Por ello, creo necesario y súper importante saber más acerca de ello. Hoy hablaré de la cesárea.

Hay muchas mamás que cuando, durante el parto se les dice que debe realizarse una cesárea de urgencia se quedan bloqueadas y otras, incluso, se niegan e insisten en que se haga parto natural. ¿Por qué? Pues porque son muchas las emociones que una presenta durante el parto, hay veces que te puedes sentir, incluso decepcionada si deseabas ardientemente vivir la experiencia de parto natural. O quizás, no te importe tanto cómo diste a luz, pero sí estuviste preocupada por el bienestar del bebé o asustada por tener que acabar con una cesárea de urgencia, es normal que te cueste revivir aquello.

Como digo yo, son sentimientos encontrados, difíciles de explicar, si no estás en la piel de la mamá. Soñar con “el parto ideal” puede llevar a sugestionarnos en ese momento, si las cosas no salen tal y como lo habíamos imaginado, y lo importante sois tu y el chiquitín, y el personal sanitario, es precisamente lo que va a hacer, aunque la mamá haya hecho un grandísimo esfuerzo después de un parto larguísimo e interminable y tenga que acabar en cesárea.

Yo, en todas las preparaciones que os doy, siempre os animo a que pase lo que pase, confiéis en vuestro personal sanitario, esa es una de las cosas más esenciales porque ellos son realmente los que van a acompañarte y a valorar lo mejor en un momento tan crucial. El parto es un proceso fisiológico natural, la mujer está hecha para parir, pero eso no quiere decir que no deje de ser complicado. Sé que es algo traumático para muchas, porque no os explican debidamente el motivo, pero eso es algo que tarde o temprano os podrán aclarar…

Otra de las cosas de la cesárea, es que en la mayoría de los hospitales, no dejan estar a la pareja al ser una cirugía, no puedes saborear el momento en el que te ponen encima al bebé y el piel con piel lo hará el papá, perdiéndote ese primer contacto entre tu pareja y el bebé. Se debe pasar muy mal, lo sé y sois muchas las que, cuando venís a BabyBe a trataros la cicatriz, se os saltan las lágrimas al empezar a tocar esa parte del cuerpo que os hace revivir ese recuerdo.

¿Qué es una cesárea?

La cesárea, es un proceso quirúrgico que se ofrece en vez del parto natural. Suele decirse que es menos lesivo que un parto vaginal, porque así previenes riesgos de prolapsos, hemorroides e incontinencias, pero la realidad es muy distinta.

Algunas, os sentís un poco decepcionadas, otras os asustáis por la cicatriz que os han hecho, pero todo eso pasa a segundo plano cuando tenéis al chiquitín en brazos y os despreocupáis un poco de vosotras mismas, sin tener en cuenta que los primeros días de la cicatriz son cruciales para que se regenere bien y no tengáis las pesadas consecuencias de la intervención, como os cuento más adelante.

La incisión que os realizan, va desde el útero hasta la línea por encima del hueso del pubis, atravesando muchas estructuras y su mala cicatrización puede tener muchas consecuencias, desde incontinencias hasta dolores inespecíficos genitales y pélvicos.

¿Cuándo está indicada la cesárea?

Son muchos los motivos por los que pueden decidirse a practicarte una cesárea. Esta puede ser programada o de urgencia. Gracias a todos los avances son cada vez más seguras, pero son intervenciones que sólo deberían hacerse cuando los beneficios superan los riesgos. Estos son:

  • Mal posicionamiento fetal, que hace muy difícil que salgan por el canal de parto.
  • La madre sufre una cardiopatía descompensada u otras enfermedades graves.
  • Placenta previa total colocada en la salida del útero, de forma que obstruye el paso del bebé.
  • Desprendimiento de placenta antes o durante el trabajo de parto, por lo que el bebé puede dejar de recibir oxígeno si no se actúa con rapidez. La madre suele sentir un dolor abdominal muy intenso y cursa con hemorragia.
  • Prolapso de cordón umbilical que sale por la vagina, antes que el bebé y la cabeza lo presiona por lo que no deja de pasar sangre y el bebé no recibirá oxígeno.

También es muy probable en:

  • Pelvis estrecha, pelvis demasiado plana, no dilatar….
  • Presentación de nalgas
  • Tumores que obstaculizan el paso del bebé. Suelen ser miomas uterinos. Conviene esperar a que se inicie el parto y ver cómo evoluciona.
  • Pérdida de bienestar fetal. El bebé, en el transcurso del trabajo de parto, muestra alteraciones en su latido cardiaco que se mantienen y acentúan con el tiempo, y en los que se valora una pérdida progresiva de su capacidad de recuperación.
  • Cesárea anterior. Ya no se aconseja hacer cesárea porque exista una cesárea previa. Más del 70 por ciento de las mujeres pueden lograr un parto vaginal tras una cesárea, pero sí es importante que haya pasado 1 año y medio o dos para evitar el estallido uterino. Si se ha tratado correctamente la cicatriz uterina y de la cesárea este riesgo todavía sería aún menor.
  • Embarazos múltiples. Depende de la madurez fetal y de la posición de los bebés.
  • Ciertas enfermedades maternas como la preeclampsia, el herpes genital (si la madre presenta un brote activo) o la infección por VIH.

¿Qué podemos sentir?

Cuando nos realizan una cesárea, estaremos más días hospitalizadas, más o menos unos cuatro o cinco siempre dependiendo del estado de cada mamá, pero será necesario para vuestra recuperación y la administración de calmantes para sobrellevar mejor las molestias o dolores.

Posiblemente, sientas la zona de la incisión adormecida, adolorida, y que la cicatriz está ligeramente levantada, hinchada o con una coloración más oscura que tu piel natural.

Al principio, sentirás dolor al estornudar, toser y hacer cualquier otra acción que ejerza presión toracoabdominal, para ello siempre os recomiendo que os protejáis con un cojín o con la mano, y así no salte ningún punto y no te moleste tanto. Poco a poco irás sintiéndote mejor.

Podrías sentirte más hinchada, sobre todo los primeros días porque los gases tienden a acumularse al estar los intestinos más perezosos después de la cirugía. Al levantarte y caminar un poco ayudarás a que tu sistema digestivo se ponga en movimiento otra vez.

Notarás que te cuesta un mundo incorporarte y ponerte de pie, y verás como un imposible estar del todo recta, por la tirantez que vas a sentir, pero es muy bueno que andes para activar así la circulación, siendo menos probable que desarrolles coágulos de sangre, y también para favorecer el ritmo intestinal y disminuir el estreñimiento o cúmulo de gases. Es super importante, que las primeras veces que te levantes lo hagas con alguien que te ayude, y siempre hacerlo de lado para no tirar del recto abdominal.

¿Cuáles son los cuidados que se deben tener ante una cesárea?

La cicatriz tiene un papel esencial para una buena recuperación de la cesárea, es el resultado final de la reparación de un tejido ante una herida, cuanto más profunda sea esta, existirá mayor riesgo de formación de zonas poco elásticas o de adherencias dando lugar a diferentes problemas:

Estéticos: la cicatriz presente zonas engrosadas que puedan resultar dolorosas, zonas más hundidas o retraídas.

Mecánicos: es cuando aparece la limitación de movilidad dando lugar a zonas de mayor tensión que pueden afectar al funcionamiento correcto de órganos internos cercanos

Sensibilidad cutánea: sensación de acolchonamiento, falta de sensibilidad o por el contrario, hipersensibilidad o hiperalgia (dolor)

Autoexploración y primeros cuidados de la cicatriz:

masaje profundo sobre la cicatriz de la cesárea

Lo primero que tenemos que ver de la incisión es como está, su color, si supura líquido, si es transparente probablemente sea exceso de inflamación que se filtra al exterior, pero si no es así puede que ser que se haya infectado y tengáis que ir a vuestro médico o matrona. Si está todo bien, siempre con las manos bien limpias podemos realizar pequeños movimientos siempre suaves, a los bordes de la cicatriz en todas las direcciones posibles para drenar la zona, que se oxigene a través de la circulación y evitar las futuras adherencias

Después limpiar la zona con delicadeza y cubrirla o bien con un apósito en gasa o bien apósitos cicatriciales que contiene trofoblastina (se venden en farmacias) para que se acelere el proceso, cierre mucho antes y tenga un aspecto lo más normal posible.

Tratamiento fisioterápico:

fisioterapeuta valorando una cicatriz de cesárea

El tratamiento de cualquier cicatriz debe inciarse lo más pronto posible, con el fin de poder evitar la formación de adherencias, bridas o cordones fibróticos. En BabyBe comenzamos a los 15 días aproximadamente.

Se pueden utilizar multitud de técnicas siempre dependiendo de la situación de cada cicatriz.

Técnicas manuales como el masaje cicatricial, técnicas no invasivas como la inducción miofascial que libera las adherencias tanto a nivel uterino como de la cicatriz externa, drenaje linfático manual para evacuar y/o reblandecer ese edema y restablecer el flujo linfático.… técnicas instrumentales como LPG Endermoligie, radiofrecuencia INDIBA, punción seca

Hay numerosas herramientas para hacer un tratamiento totalmente personalizado, y dar pautas para que en casa podáis ayudar a dicha mejoría con un trabajo complementario, pero lo fundamental es que no sólo nos centremos en la cicatriz externa, sino que también demos importancia a la cicatriz interna que es la que nos dará mayores complicaciones

El objetivo del tratamiento fisioterápico es mejorar el aporte sanguíneo de la zona, disminuir el edema y devolver la elasticidad necesaria para que todo funcione correctamente sin ningún tipo de limitación mecánica, alteración de la sensibilidad ni dolor.

Y tenemos que hablar de las restricciones a nivel uterino, ya que podemos notar que en las relaciones sexuales notamos pequeños pellizcos o simplemente dolor genital, aun que no hayamos dado a luz por el canal vaginal, ya que la cicatriz de la cesárea hay que tratarla a nivel interno y eso puede dar poca movilidad al útero a largo plazo provocando, dolor en las relaciones, estallido uterino en futuros embarazos e incluso esterilidad estructural.

El tratamiento idóneo para zona de tan complicado alcance es el INDIBA ya que reorganizara las fibras de colágeno y del útero, para sellarlo de manera correcta y evitar estos problemas tan poco deseados.

rehabilitación de abdomen con radiofrecuencia india

La actividad física después de una cesárea

Por último, sobre todo, para esas madres que echan de menos hacer sus rutinas de deporte, tenéis que esperar 10-12 semanas aproximadamente, para haceros una valoración completa abdomino-pélvica con ecógrafo musculo-esquelético, para saber cómo está vuestra musculatura y poder empezar a plantear una rehabilitación adecuada a cada una y un ejercicio específico y nada hiperpresivo.

Una incorporación temprana a la actividad física, podría tener unos efectos negativos en vuestro abdomen como aumento de la diástasis y que la cicatriz se vuelva queloide y se fibrose. Y aunque no hayáis tenido parto natural, es importante que hagáis caso también al suelo pélvico, porque todas contamos con un aumento de peso de la barriguita soportado y amortiguado por el suelo pélvico y algunas, realizan trabajo de parto acabando, finalmente, en cesárea. Tanto el abdomen como el suelo pélvico siempre van de la mano.

Todo eso puede acarrear problemas de incontinencia urinaria, tanto de urgencia, esfuerzo o mixta, o bien problemas de dolor pélvico que provocan dolores musculo esqueléticos inespecíficos en ciertas zonas de la pelvis, impidiendo ciertos movimientos o, incluso, estar de pie o sentadas mucho tiempo.

También hacer hincapié en las disfunciones sexuales después de la cesárea, ya que pueden estar íntimamente relacionados y suelen tener fácil solución.

 

¿Para cuándo otro embarazo?

Todo depende de tu estado de salud y tu vitalidad. Muchos ginecólogos aconsejan esperar por lo menos un año. Otros hablan de 18 meses a 2 años y medio para recuperarse plenamente del embarazo y disfrutar de los primeros años de cada hijo.

Yo, siempre os digo que según la recuperación que hayáis podido hacer, ya que la cicatriz interna es la que tendrá que estar perfecta para que el útero pueda estar listo para servir de nidito de nuestro nuevo bebé.

Como conclusión final, me gustaría que os quedarais con que lo más importante de todo es una prevención de todos los problemas que puede acarrear una cesárea y una valoración exhaustiva y personalizada de la situación actual de cada una.

No hay que ponerse metas ante un parto, hay que ser positivas y estar abierta a todo tipo de cosas que surjan porque el personal que nos atiende siempre va a recomendar lo mejor para tí y tu bebé.

2 respuestas en "Jamás vamos lo suficientemente preparadas para una "Cesárea""

  1. Efectivamente me ocurrió que idealice el parto y terminó en cesárea de urgencia después de 22 h de parto inducido, la niña no se colocaba bien, yo tuve fiebre y hizo meconeo en La Bolsa. Idealice el momento de tenerla en brazos y él piel con piel… nada de sí ocurrió hasta que no me llevaron a la habitación, eso si jamas me volví a separar de ella hasta mi vuelta al trabajo, lo peor fue que tras volver a casa tuve una infección en los puntos y tuvieron que ingresarme 1 semana en el hospital ( no fue el mismo donde me hicieron la cesárea) aquello si que fue duro pero me dejaron tener al bebé en la habitación. Tuve muy mala suerte en el postparto muy mala suerte pero mi bebe no tuvo ningún problema. Todo esto no impidió que le diera el pecho durante 5 meses (4 mastitis seguidas) y un pólipo placentario . Y si, no estaba preparada para la cesárea ni para un postparto tan duro, pero por lo demás todo genial .

  2. Hola guapa: me llamo Ylenia y la semana pasada fui mamá por segunda vez de un chiquitín precioso
    Fue mi segunda cesárea ( la primera fue una cesárea urgente por una preeclampsia mal controlada), esta vez ha sido un fallo en la dilatación con falta de progresión del parto
    La herida física está cicatrizando perfectamente pero la emocional tardará bastante más; para mí será, por múltiples razones, mi último bebé y mi última oportunidad de tener un parto natural ( aunque tuviera otro niño ningún ginecólogo recomendaría un parto vaginal después de dos cesáreas) y no estaba preparada para eso….llevaba todo el embarazo haciendo Pilates, ejercicios de suelo pélvico, masajes…y no me cabía en la cabeza que al final todo fuera a terminar en otra cesárea
    He encontrado mucho consuelo en tus palabras así que desde aquí te quería dar las gracias
    Mucho ánimo para tu recta final!

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